EXTREMADURA, TIERRA DE CONTRASTES
Uno
de los pilares en los que se basan las ofertas turísticas de una
zona o una región, es sin duda alguna la gastronomía. En Extremadura
podemos mostrar a nuestros visitantes autóctonos o foráneos, lo
que se ha hecho en las cocinas y fogones de nuestros restaurantes,
posadas, fondas, conventos, mesones, panaderías, etc. a través de
los tiempos. Hoy día sencillamente, seguimos haciendo lo mismo que
nuestras abuelas en sus hogares y nuestros antepasados hace cientos
de años.
A veces, lo único que se ha cambiado es un fogón de siempre por la estructura de una cocina moderna; la calidad de controles de antaño. Las materias primas siguen siendo las mismas, las recetas no han cambiado, la norma de hacerlo se ha heredado con respeto y cariño y los destinatarios, seguimos apreciando lo de siempre, lo natural, lo bueno.
Que este mundo maravilloso, apreciado, duro y algunas veces mal comprendido que es el buen hacer culinario continúe durante muchos años y no se pierda, depende en buena parte de nuestros visitantes con su reconocer y sugerir, y de nuestras cocineras y cocineros con su buen hacer. El resto lo pone la naturaleza extremeña. A la calidad de nuestras ofertas y a recuperar nuestras recetas tradicionales han contribuido en gran medida muchos gastrónomos extremeños, asociaciones gastronómicas como la Cofradía Extremeña de Gastronomía y la Asociación Amigos de la Cocina Extremeña, y sobre todo el excelente trabajo que restauradores pacenses y cacereños realizan día a día en sus restaurantes o mesones, procurando mostrar lo que siempre tuvimos como mejor emblema: la diversidad y la calidad.
La
enorme extensión de nuestra región es paralela a la gran diversidad
y contraste de nuestra cocina si bien es una constante “los productos
de siempre” y los “sabores de siempre” el resultado final es, afortunadamente,
muy variado. Parece increíble que de una comarca a otra pueda surgir
una diversidad tan manifiesta a la hora de elaborar recetas, o en
los gustos de los productos gastronómicos.
Vinos, dulces, carnes o peces “saben distintos” si Vd. los degusta en el valle o en la sierra, en el Norte o en el Sur de Extremadura y, lo que es más maravilloso, un mismo producto puede tener sabores variados dependiendo del artesano, de la época del año... Como observará Vd., el panorama gastronómico que vamos a intentar mostrarle es, además de variado e interesante, lo bastante atrayente como para tener que emplear muchos días en conocerlo. No se preocupe y tómese el tiempo que necesite, seleccione a su gusto. Lo sentiremos mucho por lo que no degustará en su primera selección
pero, como le decíamos anteriormente, aquí la gastronomía no ha
cambiado ni cambiará. Por eso, en su próximo acercamiento a nuestros
“sabores de siempre” tendrá oportunidad de continuar ese agradable
aprendizaje que supone degustar nuestros productos alimenticios.
Si
la curiosidad del viajero, va más allá del probar y degustar, le
proporcionamos algunas recetas extremeñas para que intente ponerlas
en práctica en su lugar de origen. No olvide llevar con usted nuestros
productos y, si el resultado es apetecible no hay duda: al margen
de su virtuosismo culinario, las principales causas del resultado
final serán “las materias primas”. De ello respondemos nosotros.
Y recuerde que el orgullo por “lo nuestro” no nos impide reconocer lo bueno de otras regiones; sugiera Vd. si asi lo cree necesario, aporte ideas. Los buenos restauradores, las cocineras y cocineros de estas tierras nobles y austeras se lo agradecerán. |